Veintisiete libros y un prólogo abierto para una nueva biología
Emilio Cervantes y otros
Adebir, 2009. 179 págs. 10 euros.
Emilio Cervantes, titular del CSIC en el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca, es el coordinador de esta obra en la que diez científicos españoles comentan veintisiete libros en busca de una biología interdisciplinaria, consciente de sus presupuestos y no reduccionista. Una biología que, como comenta el profesor Máximo Sandín (uno de los colaboradores del volumen), vea una naturaleza “tan compleja, tan viva, tan hermosa y tan poderosa como la veía Lamarck” y pueda así “comenzar a tratarla con el respeto que se merece”. El neodarwinismo, da a entender Sandín, “considera el fenómeno de la vida como algo sórdido, una Naturaleza en la que no hay cabida para todos y poblada por individuos egoístas (que sólo buscan ‘su propio inetrés’), como una constante competición entre los organismos en la que la relación con el ambiente está dirigida por cambios al azar y en la que sólo los ‘más aptos’ tienen el derecho a la vida”. Uno de los motivos que animan a los autores de esta obra colectiva es, en efecto, la necesidad de una biología postdarwinista.
Los tres primeros libros comentados son de hecho obras de filosofía, de Thomas Kuhn, Michel Foucault y Karl Popper, que ayudan a tomar conciencia de que la ciencia es un proceso en continua trasformación, que depende de factores culturales y que da lugar a conjeturas útiles pero no a certezas irrefutables. Foucault, por ejemplo, aclara que no toda aproximación al estudio de la naturaleza es biología y que, por ejemplo, la historia natural de los autores de los siglos XVII y XVIII está mucho más relacionada con las obras de linguística y economía de su tiempo que con los trabajos de Cuvier y Darwin en el siglo XIX.
La segunda parte se compone de comentarios a siete libros ya antiguos que nos ayudan a entender el contexto histórico del que surge la biología contemporánea, como los clásicos de Buffon, Lamarck y D’Arcy Thompson. La tercera parte analiza siete libros ya más contemporáneos y de interés general, incluyendo obras clave de Maturana y Varela, Lynn Margulis y Máximo Sandín y una mordaz obra de Fernando Vallejo, biólogo, escritor y cineasta de origen colombiano (nacionalizado mexicano): La tautología darwinista y otros ensayos de biología. Las últimas secciones abordan otros diez textos, más especializados, sobre evolución, zoología y bioquímica.
Esta obra contiene algunas afirmaciones que pueden resultar demasiado contundentes, pero representa un esfuerzo original por ampliar el horizonte y el sentido de la biología contemporánea. Aunque los autores son conscientes de que la archiespecialización y la excesiva dependencia de la tecnología “parecen haber desterrado la posibilidad de hacerse grandes preguntas cuyas respuestas remuevan los cimientos de la biología”. La nueva biología que pide el libro se atreve a reconocer el misterio y la belleza de la naturaleza más de lo que es habitual. De hecho, Emilio Cervantes afirma que “la vida desborda a su estudio experimental” y que los mecanismos que observamos en el laboratorio no tienen por qué ser los mismos que se dan en la naturaleza: “La biología es la ciencia de la vida; pero… la vida, impredecible e indefinible, escapa como agua del cesto de la ciencia”.
Jordi Pigem